Helena Castillo
doctora Aspasia
Soy doctora en Veterinaria. También clown, o payasa. Me gusta bailar flamenco, cantarlo, y cada vez que interpreto a la doctora Aspasia, supongo que de tanto manipular el Big Bang, he podido coincidir en el tiempo con algunas de mis otras yo.
Por ejemplo, la que hizo un postgrado en instalaciones deportivas, la que fue nadadora en un centro de alto rendimiento o la que trabajó de socorrista. Y todo sin necesidad de crear un universo paralelo: simplemente andando por la vida. Anoten: andar es muy sano, al menos una hora diaria.
Pero tenía una espinita clavada con la doctora, y cuando cayó en mis manos el libro de los Mapas del Tiempo, de David Christian, pensé en quitármela haciendo realidad mi propio sueño. O al menos uno de ellos, porque conviene tener varios en la vida.
En mi sueño no quería otra cosa que contar un mito de creación moderno en clave de clown. Una historia divertida sobre la Gran Historia, la que empezó con el nacimiento del Universo y continúa hoy, hasta nuestros días… Pero divulgar la ciencia de una forma sencilla, contando lo que sabemos sobre la humanidad y sin evadir las graves carencias que actualmente soporta el sistema docente, fue creando una mezcla explosiva. Y de ella surgió con fuerza la doctora Aspasia.
¿Y por qué Aspasia y no Aurora o Hermenegilda? Porque Aspasia, la de Mileto, fue una mujer sabia e influyente en la Atenas de Pericles. Ojo. Y necesitamos muchas como ella. Experta en retórica y pedagogía, tuvo un grado de notoriedad sólo reservado en aquella época a los hombres. Imagínense. Si los techos de ahora son de cristal, cómo serían entonces...¿de mármol? No me extraña que, debido a su inteligencia e ideas avanzadas, le salieran al paso los calumniadores y envidiosos. Así que esta señora me cayó simpática desde un principio y hasta me fascinó el significado de su nombre: “agradable bienvenida”.
Inspirada por su leyenda y con toda esta carga positiva detrás, me lancé a investigar sobre la asignatura que tendría que impartir. Fundamental para el desarrollo y crecimiento de las personas: la Gran Historia. La de verdad. La que está probada científicamente. Y resulta que, de premio, se fue generando alrededor de ella un temario, una clase, un departamento e incluso una facultad. Sí.Sí. Sí. Una facultad mermada, pero facultad al fin y al cabo. Con su rector, sus becarios y becarias y sus respectivas orlas. ¿Por qué no?
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Alfonso Pablo
dirección
Se forma en la Escuela de Teatro de Zaragoza, terminando sus estudios en 1991. Posteriormente amplía sus estudios con maestros como Miguel Garrido, Eric de Bont o Rolin Foreman. Viaja a EE.UU. para completar su formación actoral en el Internacional of Phisical Theatre (Baltimore), en Austin Peay University de Clarcksville (Tennessee) se especializa en Clown. Durante los siguientes años sigue compaginando sus trabajos profesionales con su formación tanto actoral como de dirección con Pepe Ortega, Emilio Gutiérrez Cava, Augusto Fernández y Helena Pimenta entre otros.
Actualmente trabaja como actor en el programa Oregón Televisión, al mismo tiempo que continúa su labor profesional como actor de teatro, profesor y director de escena.
En 1992 arranca su trayectoria profesional actuando y dirigiendo el espectáculo Goya en la Expo de Sevilla, en 1994 crea su propia compañía, Nasú, con la que actúa y dirige en más de 500 representaciones por España y por Europa. Ha trabajado como actor en numerosas compañías, El Temple, La Rivera, Centro Dramático de Aragón, Teatro Che y Moche, Ciudad Interior, Titiriteros de Binéfar… realizando con algunas de ellas giras internacionales y festivales tanto por Europa como por América.
Como director ha dirigido más de una veintena de espectáculos, incluyendo opera, musicales, títeres, clown, danza, etc… Para Muac Teatro, Pingaliraina, Arbole, Bvocal entre otros.
En cine ha participado en largometrajes recientes como “Justi&cia” de Nacho Estaregui y “Bendita Calamidad” de Gaizca Urresti. Además ha recibido numerosos premios como actor, director y dramaturgo, destacando el mejor espectáculo del Festival Arcipreste de Hita (Al Abordaje), mejor interpretación en el Festival de Jóvenes Realizadores de Zaragoza (La niña y el unicornio) , el Max al mejor espectáculo revelación (Metrópolis) o la mejor interpretación masculina en el SCIFE de Fuentes de Ebro ("Camping).
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Sergio Plou
guardián del argumento
Comienza su formación actoral a finales de los 70 en la academia de Esther Bonsi. Durante esa época recuerda que colaboró en un programa de radio de una emisora local, participó en un par de recitales poéticos (que entonces eran la monda) y que actuó incluso en un par de montajes. A principios de los 80 se constituye Teatro Tabanque y desde entonces hasta finales de los 90, participó en dicha compañía como actor, trabajando primero en los espectáculos de La apertura de la puerta del sol y Amor y crímenes de Juan Pantera, este último bajo la fórmula de café teatro y teatro de calle.
Después vinieron El Knack, Antígona, La luna en un charco y La tragedia de Coriolano, todos ellos dirigidos por Antonio Malonda. Más tarde, y con Helder Costa como director, Y un día me dijiste. Luego tuvo la fortuna de hacer sus pinitos como dramaturgo en una pieza colectiva, Géiser, que posteriormente pasó a llamarse ...Y es que ya no hay corazón. Al hacer balance de tantos años guarda un grato recuerdo. Es más, todavía le quedaron ganas de asomarse al oficio desde otra perspectiva, la producción y distribución de espectáculos, colaborando en montajes como Collage o Un héroe del jaleo.
Durante largo tiempo escribió en las páginas de opinión del Heraldo de una manera profusa, participó
en tertulias de radio y publicó una novela, Fuera de quicio. Y luego se pasó a internet, cultivando incluso el peonaje y tomándose lo artístico con más calma. Ahora, como dice estar de vuelta ya de muchas cosas, regresa de nuevo a las tablas, esta vez como guardián del argumento. Porque eso de ser dramaturgo se le antoja muy rimbombante.
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